Remolacha - Fundación Galicia Verde

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REMOLACHA ROJA
(Beta vulgaris)
Seguro que más de un@ ha llevado un buen susto después de comerla…

Si es que esta raíz de ese color rojo que la caracteriza, tiene un pigmento natural que se usa  en la industria agroalimentaria para la obtención de un colorante que se emplea para dar color a algunos productos como sopas, licores, helados,… Así mismo ese pigmento hace que algunas personas puedan orinar o defecar con una tonalidad rojiza en sus productos de desecho después de comer remolacha. Este fenómeno se produce porque estas personas carecen de la enzima que metaboliza el pigmento en el intestino, por eso, se elimina tal cual con los productos de desecho.   
Nombre científico: Beta vulgaris var. rapacea
Nombre en español: Remolacha
Nombre en gallego: Remolacha
Nombres en otros idiomas: Beet (inglés), Rote Beete (alemán), Betterave (francés), Barbabietola (italiano), Erremolatxa (euskera), Remolatxa (catalán), Beterraba (portugués)
VARIEDADES
 
Roja Detroit (Beta vulgaris)

Categoría: Raíz      Cantidad aprox: 3 gramos      Durabilidad: 6  años      Maduración: 70-90  días       Siembra: Todo el año
Características: Variedad de forma redondeada con una carne interior de color rojo intenso. Aunque se puede sembrar todo el año, hacerlo preferentemente en primavera y verano. Recolectar cuando la raíz tenga el tamaño de una pelota de tenis. Asociar con lechuga, col, colirrábano, judía enana, cebolla, patata, eneldo, ajedrea, maíz, puerro y rábano. Marco de plantación: 20x 30-40 cm.
HISTORIA
CARACTERÍSTICAS
Los entendidos en el tema coinciden en relacionar el origen de la remolacha con la especie llamada Acelga marina (Beta marítima), la cual debió brotar de forma silvestre hace más de 4000 años en algún punto del norte de África. De esta especie se desarrollarían la acelga, con su característico follaje y la remolacha, de raíz esférica y carnosa. Los pobladores de este territorio comenzaron a utilizar ambas especies consumiendo las hojas  mientras que  la raíz de remolacha la usaban para remedios naturales o fármacos en forma de ungüento para los dolores de muelas y cabeza.

Se afirma que el cultivo de la remolacha se produce hacia el año 4000 a.C. por evidencias en hallazgos arqueológicos en la civilización egipcia, que hacían ver que la remolacha ya estaba incluida entre sus cultivos, al menos en la época de la tercera dinastía.  Expertos han podido comprobar que también en algunos puntos de los Países Bajos, y en la época del Neolítico, se han encontrado pruebas de que algunos pueblos también cultivaban la remolacha.

Algunos historiadores indican que la Remolacha fue cultivada hacia el 800 a.C. en Babilonia, en donde era parte de las distintas especies que sembraban en los jardines colgantes. No obstante, algunos científicos se muestran en contra de aceptar este dato como cierto, en tanto que pareciera no haber evidencia legítima sobre la existencia de estos jardines, que se cree solo son un lugar mítico.

Empero, los que sí cuentan con evidencia de más para alzarse como los primeros cultivadores sistemáticos de la remolacha son los griegos, pueblo este que la incluía entre sus cultivos hacia el año 300 a.C.

Un dato curioso sobre los griegos y la remolacha es que esta civilización consumía y usaba con fines culinarios solo las hojas de esta planta, mientras que las raíces de la remolacha eran destinadas al uso religioso exclusivo, siendo entonces llevadas como ofrenda al dios Apolo.

Los romanos consumieron esta hortaliza durante su dominio del Mare Nostrum  tanto para alimentación humana como alimento para animales. Los invasores germánicos la introdujeron en el norte de Europa desde Italia.

A partir del siglo XV se introduce en la dieta de países como Francia y España, aprovechando únicamente el consumo de las hojas. El consumo de la raíz se popularizó en el siglo XVI y ya en el siglo XVIII, un químico alemán fue el primero en obtener azúcar sólido a partir del jugo de remolacha.

Los bloqueos, que durante este período realizaban los ingleses a ciertos productos del continente, contribuyeron a destacar la producción de este tipo de azúcar para contrarrestar la carencia de azúcar de caña. Por este motivo, el emperador francés Napoleón mandaría plantar en su país más de 30.000 hectáreas de remolacha, contribuyendo a crear cerca de 40 fábricas repartidas por toda Europa, desde Dinamarca hasta Rusia y Austria.

Pero no siempre, la remolacha ha sido usada como alimento o como medicina, por ejemplo, durante el siglo XIX, esta roja hortaliza fue empleada como un secreto de tocador de las damas de sociedad, y quizás de mujeres de otras clases sociales, quienes descubrieron en la capacidad de teñir de la remolacha, un rojo natural para poder decorar sus labios y mejillas.

Con el desarrollo de la Ciencia y de la industria alimenticia, se fueron escociendo las especies de mayor calidad, para los usos específicos.
Con el paso del tiempo se especializaron las variedades, escogiendo para cada caso las remolachas que presentaban una mayor calidad. En la actualidad, el consumo de la variedad de mesa está muy implantado en países de la franja templada del planeta, especialmente en Europa, con Francia e Italia como principales productores.
Familia: Quenopodiáceas

La remolacha de mesa es una planta bienal de tamaño entre 20 y 200 cm.
La raíz es la parte que vamos a aprovechar mayoritariamente para el consumo y es de una textura carnosa y forma engrosada (bien globosa, achatada o alargada). El color suele ser de un rojo característico.

Las hojas basales son grandes, dispuestas en roseta y de forma ovado-cordadas a rómbico –cuneadas mientras que las caulinares son de menor tamaño y forma rómbica.

Los tallos son angulosos y canaliculados.

Las flores son poco vistosas, verdosas, con cinco tépalos, acrescentes en las flores femeninas. Se agrupan en glomérulos que se disponen en panículas muy ramificadas.
Sabremos que la remolacha es una planta bianual, por lo que durante el primer año la planta forma una roseta de hojas de limbo entero o lobulado, con superficie lisa o rugosa y de peciolos largos a la vez que engrosa la raíz formando un tubérculo de forma alargada, redondeada o aplastada. El segundo año emite el tallo floral que termina en una inflorescencia compleja, larga y laxa. A pesar de esto puede subir a flor el primer año, sobre todo si ha sufrido frío al comienzo de su cultivo.

Las fechas de siembra pueden escalonarse desde primeros de abril hasta finales de mayo; se pueden sembrar incluso en junio variedades tempranas. Podemos arriesgarnos a hacer una siembra a comienzos de abril pero la siembra para el aprovisionamiento de invierno se hará principalmente en mayo.

Para la siembra hacemos un surco poco profundo (de 1 a 2 cm) y dejamos caer a una distancia de 20 cm, unas 2 o 3 semillas. El marco de separación entre filas va entre los 30-40 cm. Realizado esto tapamos bien el surco, regamos copiosamente y revisamos que la zona que hemos cultivado se mantenga bien húmeda hasta que empiecen a salir las primeras hojas (esto ocurrirá sobre el décimo día después de la siembra).

Cuando veamos que las plantitas tienen 4-5 hojas, hacemos un aclarado de las más pequeñas y dejamos una sola cada 25-30 cm de distancia. Las hojas de las plantas jóvenes que hemos retirado, las podemos utilizar para acompañar ensaladas.

Tiene una amplia adaptación climática pero prefiere climas templados y húmedos. El frío no le conviene en absoluto, por eso debemos hacer la siembra una vez finalizada la época de heladas en nuestra zona.

Los únicos cuidados que debemos hacer en este cultivo es el riego en el verano, cuidando de no mojar las hojas, así evitamos que las raíces se vuelvan duras y fibrosas y pierdan el sabor azucarado. Una buena capa de cobertura o acolchado nos puede ayudar a reducir la frecuencia de riego así como a retrasar el crecimiento de hierbas competidoras.
CULTIVO
A partir de julio recogemos las primeras remolachas para consumo y las iremos levantando a medida que las vayamos necesitando. La remolacha adquiere el mejor sabor cuando se cosecha entre 4 y 6,5 cm de diámetro. A partir de ese calibre y al crecer las raíces, pierden sabor y cambian de textura.

Con cuidado aflojamos la tierra alrededor de la planta y tiramos de la base de las hojas suavemente.  Hay quien corta las hojas, pero esto puede provocar un “sangrado”, lo cual disminuye el contenido de agua de la raíz, por los que es mejor arrancarlas.

Los ejemplares que vayamos a usar como porta-semillas, los arrancamos a partir de octubre (antes de que comiencen las heladas)  y en un día de sol. Dejamos secar los ejemplares en el suelo hasta el atardecer. Posteriormente, eliminamos la mayor cantidad de tierra adherida posible y cortamos las raíces y las hojas a 1 cm por encima del fruto.

Para almacenar las remolachas las colocamos dentro de una caja de arena  y las mantenemos en un local fresco y aireado hasta la primavera siguiente.

El rendimiento de este cultivo es de 500 kg por área aproximadamente.
COSECHA
Ante todo requiere un suelo profundo,  ligero, bien drenado y limpio de piedras. Como las raíces de la remolacha pueden crecer hasta los 90 cm, debemos reforzar la importancia de mantener estas características en la zona de cultivo.

La remolacha prefiere un terreno ligero con un pH entre 6,5 y 7,5.
SUELO
La remolacha necesita potasio y fósforo, por lo que se recomienda mezclar la tierra con ceniza o tortas de ricino (a razón de unos 10 gr/m2) unos quince días antes de la siembra.

Demasiado nitrógeno puede producir unas hojas espectaculares pero unos tubérculos poco desarrollados.
FERTILIZACIÓN
La remolacha es anemófila, lo que significa que la polinización dominante la realiza el viento. A veces, sin embargo es polinizada por insectos como los dípteros y los hemípteros.

Su polen es tan ligero que puede viajar más de 7 km según el clima, la topografía y la temperatura del aire. En un ambiente muy seco, pierde su viabilidad en 24 horas y es igualmente  muy sensible al exceso de humedad.

Las pequeñas flores de la remolacha son perfectas, estando compuestas de un pistilo rodeado de 5 estambres y de un perianto de 5 sépalos. Son sésiles, de color verdoso y generalmente se reagrupan en dos, tres o más.

La remolacha se considera como una planta auto-estéril.

Para asegurar la variedad absoluta, debemos alejar varios kilómetros dos variedades de remolacha. Sin embargo, en la mayoría de los casos y para nuestros huertos, una distancia de 500 m a 1 km será suficiente. La remolacha  de mesa se puede hibridar igualmente de una manera natural con la remolacha azucarera y la forrajera.
POLINIZACIÓN
Los gusanos de alambre son las larvas de unos escarabajos denominados elatéridos, provocan daños en la base del tallo de la remolacha. Si descubrimos un ataque de estos gusanos podemos instalar unas trampas a modo de latas perforadas con agujeros laterales de 3 a 5 mm de diámetro, llenas de peladuras de patatas. Estas trampas las enterramos cerca de las remolachas y a ras de suelo. Tenemos que estar pendientes y vaciarlas con asiduidad.

Los gusanos grises atacan a las plantas jóvenes haciendo que éstas se marchiten y mueran porque las raíces han sido cortadas justo debajo del nivel del suelo. El control de la aparición de hierbas competidoras y la rotación de cultivos reduce la aparición de esta plaga. Plantar tagetes o claveles de la India cerca del cultivo de remolacha nos puede ayudar.
El pulgón negro puede causar una depreciación en la raíz de la remolacha. Podemos mantenerlo a raya con jabones insecticidas (con dilución de jabón de taco o “lagarto”) antes de que se produzcan fuertes ataques.

La pulguilla de la remolacha ataca también a la acelga y en ambos casos lo hace en estado de plántula, donde causa daños importantes por picaduras en el limbo de las hojas. Se puede combatir con los mismos tratamientos que se usan para el pulgón.  

En cuanto a enfermedades, la mancha foliar producida por hongos puede desfigurar las hojas viejas, pero es raro que resulten afectadas las hojas tiernas y jóvenes. Si es necesario elimina las hojas afectadas, y aquellas hojas caídas para reducir el número de esporas. En plan preventivo se puede usar Lecitina o Extracto de Tomillo
PROBLEMAS
La remolacha es un alimento bajo en aporte energético con un contenido de lípidos y proteínas escaso. Por cada 100 gramos de producto fresco comestible se obtiene un valor energético de 25-41 kcal. Tras el agua, son los hidratos de carbono su componente mayoritario. Destacan las vitaminas del grupo B y en especial el ácido fólico, siendo esta última hallada en grandes cantidades. Sin embargo es una de las verduras con menor contenido en vitamina C y A.

La remolacha es una valiosa fuente de fibra y minerales  como potasio, calcio, hierro, fósforo y sodio.

De la remolacha aprovechamos tanto la raíz como las hojas, que se pueden incorporar a nuestra dieta ya sea crudas, cocidas al vapor o escaldadas. Como la raíz tiene un sabor demasiado fuerte, se suele consumir acompañando a ensaladas y guarniciones, tanto rallada como cocida. El jugo también se emplea a nivel culinario pero mejor lo combinamos con frutas o verduras de sabor más suave.

No se aconseja congelar la remolacha cruda porque durante la descongelación se reblandece, pero sí podemos hacerlo una vez que la cozamos. Para tomarla cocida es mejor hervirla entera y luego pelarla y trocearla, de esta manera conserva mucho mejor sus pigmentos y su aroma.
APORTACIONES NUTRICIONALES
Asociaciones favorables: lechuga, col, colirrábano, judía enana, cebolla, patata, eneldo, ajedrea, maíz, puerro, rábano.

Asociaciones desfavorables: judía de enrame, espinaca, mostaza.
ASOCIACIONES
En un gramo se cuentan aproximadamente 50 semillas.

La capacidad germinativa media que tienen es de 6 años pero si están bien conservadas puede llegar a 10 años.
CAPACIDAD GERMINATIVA
De entre las remolachas cosechadas en octubre vamos a seleccionar  2 o 3 que estén bien formadas, manteniendo las pequeñas hojas de su parte central. La idea es de conservarlas como si las fuéramos a destinar a consumo.

Cuando venga abril, plantamos las remolachas seleccionadas, separándolas de 60 a 70 cm en todos los sentidos. Una vez que el tallo floral aparezca, le pondremos una guía y cortaremos los extremos de las ramificaciones portadoras de flores verdes, situadas en las axilas foliares.

Cortamos el tallo a ras de suelo cuando las semillas estén bien visibles  y lo ponemos a secar en un lugar aireado y a la sombra, suspendido boca abajo. Cuando esté seco, sacudirlo encima de una tela para recuperar las semillas y las conservaremos bien secas hasta la primavera siguiente en un recipiente hermético
RECOGIDA SEMILLAS
A continuación te ofrecemos una serie de links en los que podrás encontrar más de 100 maneras diferentes de cocinar con remolacha, para que lo hagas a tu gusto.

RECETAS COCINA
TU OPINIÓN
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