GROSELLERO NEGRO
(Ribes nigrum)

El origen de esta planta se remonta al
norte de Europa y Asia. En el siglo XI ya se cultivaba en Rusia, teniendo su
presencia en los jardines de los monasterios y posteriormente ampliada a
ciudades y jardines particulares. El cultivo en el resto de Europa se cree que
data del final del siglo XVII.
Durante la Segunda Guerra Mundial se
apreció un aumento significativo de su cultivo en Reino Unido, pues las frutas
ricas en vitamina C como las naranjas eran muy difíciles de conseguir. En ese
mismo período, el jarabe de grosella negra se distribuía de manera gratuita
entre los niños menores de dos años, de ahí que el consumo de esta baya siga
siendo popular.
En Estados Unidos también fueron
populares las grosellas pero a principios del siglo XX, se prohibió su cultivo
por ser vector del óxido del pino blanco por ser una amenaza para la industria
maderera.
Nombre
científico: Ribes
nigrum
Nombre en español: Grosellero negro, casis
Nombres en otros idiomas: Black currant (inglés) Schwarze Johannisbeere,
Ahlbeeren, Gichtbeeren (alemán), Cassis, groseillier noir (francés), Ribes nero
(italiano), Groselheira negra (gallego y portugués), Andere mahats beltz
(vasco), Riber, ribes (catalán)
CARACTERÍSTICAS BOTÁNICAS
Familia: Saxifragáceas
Pequeño arbusto
leñoso perenne y longevo, de 1-1,5 m de altura.
Raíz fibrosa
que se desarrolla en forma de plato, poco profunda (hasta 1 metro)
Hojas (de hasta
8 cm de largo), caducas, palmadas y presentan de tres a cinco lóbulos de
contorno triangular y borde dentado, cuya cara inferior es pálida y pubescente
y está llena de glándulas secretoras amarillas, que le dan un olor muy
aromático en estado fresco.
Las flores se
agrupan en racimos hermafroditas y autofértiles, laxos y colgantes, verdes por
fuera y de color amarillo-rojizo en el interior. Tienen un cáliz velloso, más
largo que la corola.
Los frutos son pequeñas
bayas negras globosas (de entre 0,5-1 cm de diámetro) conformando ramilletes de
3 a 6 frutos. Estas bayas son olorosas, de sabor agradable y con pulpa de color
violáceo, aromática y de sabor dulzón. La piel es más gruesa que la grosella
roja y la blanca.
CULTIVO
Aunque parece un cultivo delicado, es más bien todo lo
contrario.
Cultivo:
soporta los fríos intensos invernales de muchos
climas (pueden soportar temperaturas de hasta -20ºC) y es más, también necesita
del frío para cumplir una serie de horas durante el letargo invernal, lo que
ayudará a tener una mejor producción. El problema son las heladas tardías que
le afectan si está en floración.
Necesita
algo de sol pero se suele cultivar en semisombra. Si los veranos son demasiado
cálidos y secos, se la ha de facilitar algo de sombrero hacia la tarde y sobre
todo protegeremos del viento. En cultivos pequeños lo ideal es plantarla cerca
de un muro o seto para protegerlos de los vientos dominantes.
No
es muy exigente en cuanto a la composición del suelo, pero prefiere aquel que
responda a las características de franco-arcilloso, que esté bien drenado, que
disponga de bastantes nutrientes y que tenga características ácidas (alrededor
de 5,5-6,5). No toleran suelos salinos ni alcalinos.
La
humedad constante es necesaria, por lo que podemos colocar un acolchado en el
suelo para favorecer la pérdida de agua por evaporación, sobre todo en el
tiempo más cálido.
Plantación:
si se quiere plantar más de un grosellero,
debemos tener en cuenta que la separación entre plantas debe ser de 1 a 1,5
metros de distancia. Tenemos que escoger siempre plantas que tengan un buen y
abundante desarrollo radicular, que tengan dos o más tallos vigorosos por
planta y que tengan de 1 a 2 años. Hidratamos bien las plantas antes de
plantar. Plantamos a unos 5-8 cm más profundo que la marca con que vienen los
tallos de las plantas así promoveremos la formación de tallos. La mejor época
de plantación es desde otoño a primavera.
Cuidados:
si vamos a establecer una producción comercial con estos frutos, lo
mejor es empalizar o entutorar las plantas, para así encajarlo en un espacio
limitado, sostener las ramas en el momento de la fructificación, favorecer la
ventilación y facilitar la recolección.
La poda es esencial. La poda anual de mantenimiento, en febrero, debe
favorecer la aparición anual de cierto número de ramas jóvenes que darán frutos
a partir del segundo año y durante cuatro o cinco años. La poda consiste en
suprimir en la base de las ramas que tengan cuatro o cinco años. Se limita el
número de nuevas ramas conservando un total de 8 a 15, según la variedad y el
vigor de la planta. También se puede hacer una poda para obtener una mata en
abanico. Esto se hace utilizando esquejes del año anterior, bien arraigados y
se disponen al pie de una alambrada o enrejado. También se puede colocar los
esquejes de dos en dos, para que la mata quede tramada con mayor rapidez. El
primer año, al plantar el esqueje a finales de invierno, lo vamos a inclinar y
lo vamos a cortar dejando sólo dos yemas. El segundo año se van a desarrollar
dos ramas a partir de los ojos iniciales, por lo que cortaremos cada una de
ellas dejando nuevamente dos ojos. El tercer año, la mata joven tendrá cuatro
ramas. En febrero, se cortan dejando dos o tres ojos, así obtendremos una doble
Y, pero no frutos. El cuarto año, la mata tendrá al menos ocho ramas
desarrolladas. la fructificación es abundante. A medida que crezcan, ya se
pueden disponer en abanico. En la base van a aparecer vástagos que se pueden
dejar desarrollar dirigiéndolos hacia el exterior o cortarlos como la rama
inicial.
Cosecha:
recogeremos las grosellas durante el verano y
una vez que estén maduras. Esto se ve cuando en los racimos de bayas, algunas
del nivel superior caen sin ayuda. Es mejor que cuelguen en el arbusto unos
días más para mejorar el sabor que cogerlas demasiado pronto. Se cortan los
racimos completos y se conservan inmediatamente en la nevera o en una bodega
(hasta 2 semanas a 2ºC.
Multiplicación:
se hace básicamente por esquejes y se debe tener la seguridad
de que estén completamente saludables para evitar la propagación posterior de
enfermedades. Los esquejes lignificados son brotes laterales bien desarrollados
del crecimiento de año pasado. Para obtener una nueva planta por este método lo
mejor es hacer esquejes a mediados de primavera, aprovechando la poda. El
diámetro de los brotes seleccionados debe ser de al menos 7 mm y el tallo
terminado debe tener entre 15-20 cm de largo. Cortar siempre con un cuchillo o
tijera bien desinfectada. Los cortes en la parte apical del esqueje deben ser
rectos y tiene que tener una distancia de aproximadamente 1,5 cm por encima de
la yema mientras que los cortes basales tienen que ser oblicuos justo por
debajo de una yema. Las hojas sobrantes en la parte inferior se deben retirar
mientras que mantendremos un tercio del resto.
El uso de esquejes
verdes se lleva a cabo de la misma manera que los anteriores. Lo único que
cambia son el tipo de brotes, que deben conservar un color verde pero ser lo
suficientemente fuertes para no romperse cuando se doblan. La operación de
corte debe llevarse a cabo en un día nublado y los esquejes se deben rociar
inmediatamente con agua tibia limpia y guardarse en un lugar sombreado.
Para un enraizamiento
rápido, los esquejes se pueden colocar en un recipiente con una solución de
estimulador de crecimiento durante doce horas y el corte superior tratarlo con
carbón activado triturado.
También podemos
multiplicar la grosella por acodo, ya que tiene mucha facilidad de
enraizamiento.
USOS Y PROPIEDADES
La
hoja de la grosella negra tiene flavonoides, cumarinas, alcoholes, fenoles,
ceras,… y son ricas en taninos. Su aceite esencial es rico en carburos
terpénicos y sesquiterpénicos. Las yemas son ricas en vitamina C, flavonoides y
aminoácidos como la prolina y la arginina. Los frutos contienen una notable
cantidad de pectina y taninos, vitamina C, B y J. El aceite esencial presenta
una composición similar a la de las hojas. También tienen ácido cítrico, ácido
málico, pigmentos polifenólicos y antocianinas (responsables del color del
fruto).
Uso terapéutico
Las hojas y yemas son reputadas por su acción
diurética y antirreumática, con una toxicidad muy escasa. Los flavonoides
realizan tres mecanismos de acción: inhibir la liberación de histamina por
parte de los mastocitos; estimular la secreción de catecolaminas (hormonas
antiinflamatorias)y provocar una acción antagonista de la
catecol-oxiamin-transferasa, que inhibe o destruye las catecolaminas
antiinflamatorias. Este efecto general es similar al de la cortisona, aunque
sin sus numerosos inconvenientes. Constituye entonces el tratamiento de fondo
del reumatismo y gota y actúa como antiinflamatorio y diurético suave. Para
ello se puede usar una infusión de hojas con un contenido de entre 10 a 50 gr
por litro, tomando hasta medio litro de infusión diaria.
El fruto por su contenido en antocianidinas,
también presenta actividad vitamínica P y mejora la agudeza visual. Es útil en
el tratamiento de accidentes vasculares cerebrales, pérdida de visión nocturna
y prevención de problemas circulatorios de origen venoso. Es además
antidiarreico, por su gran contenido en taninos y pectinas. El jugo de los
frutos se considera también diurético y diaforético, y se recomienda en el
tratamiento de apoyo de fiebres y estados inflamatorios agudos y pasajeros;
además es excelente en forma de gargarismos, para tratar inflamaciones de boca,
garganta y faringe.
La grosella supera con creces la cantidad de
vitamina C de la naranja.
Uso
culinario
Las grosellas frescas se pueden usar como
arándanos, moras o frambuesas, en tartas y pasteles y otros postres como
sorbetes y pudings. También en macedonias o con yogur, o para adornar postres
con su bonita forma y color. A menudo, se suelen cocinar en una salsa simple
que combina a la perfección con las carnes de caza, por su sabor agridulce y
ácido debido a los taninos.
Congelar las grosellas hace que sea más fácil quitarles el tallo y
evitar dañar los frutos pequeños, que posteriormente usaremos para hacer
mermelada. Al contener mucha pectina y acidez, no es necesario añadir pectina u
otros agentes gelificantes al hacer mermeladas y conservas y a menudo se
combinan con frutas bajas en pectina.
En Francia se elabora un licor llamado crema de cassis, que se elabora a
partir de las grosellas negras. Tiene baja graduación alcohólica y lo
recomiendan para tomar como aperitivo mezclándole unas gotas de vino blanco,
cava o champán o en chupito frío. También sirve para elaborar las salsas que
acompañan a los platos de caza o postres y especialmente, al helado de
vainilla.
Aquí os dejamos el enlace para que elaboréis una amplia gama de recetas
con grosellas negras:
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