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DISEÑO DE LA ESPIRAL



HAY QUE TOMAR DECISIONES

Estamos terminando de limpiar nuestro terreno y ahora deberemos decidir cómo construir la espiral.

La espiral está conformada por dos áreas que discurren paralelamente desde el exterior al interior; me refiero al área de cultivo y al área de servicio, o caminos por los que nos moveremos. Cada una de ella merece un análisis particular, para que se ajuste a nuestra idea de la espiral y faciliten el posterior trabajo.

El bancal, o área de cultivo, debe ser elevado, por dos razones primordiales: para que el agua pueda drenar con facilidad y que no se encharque (esto resulta especialmente importante en regiones con una pluviometría elevada) y por otro lado porque al ser el bancal de perfil curvo evitamos que se erosione en exceso, compensando toda, o parte, del área dedicada a los caminos.

La anchura del bancal debe ser la adecuada para que nos permita el trabajo en toda su superficie, la mitad desde cada lado. Habitualmente se considera que esta anchura debe ser en torno a los 120 cm.  La mayoría de las personas se adaptan bien a esta anchura alcanzando sin dificultad los 60 cm que trabajarán desde cada lado. Nosotros decidimos hacer bancales un poco más anchos, de 130 cm, ya que la curvatura facilita el acceso y siempre quedan unos centímetros en el lateral que suelen pisarse. Cada uno que decida lo que le guste más. Si los hacemos demasiado estrechos estaremos desperdiciando mucha superficie de cultivo, al necesitar más caminos. Si los hacemos más anchos tendremos dificultad para alcanzar la zona central del bancal. Para decidir entre una u otra anchura hay que tener en mente los cultivos, y no sólo la tierra vacía.

El camino, o área de servicio, tendremos que decidirlo en función de la longitud de la espiral y el tipo de servicios que necesitemos. Para que pueda moverse con facilidad una sola persona, son suficientes 60 cm pero, si queremos entrar con una carretilla, necesitaremos algo más. Incluso, en el caso de grandes espirales, podremos plantearnos un amplio camino radial por el que pueda penetrar un tractor.

En el caso de nuestra huerta, desarrollada para autosuficiencia, nos hemos decidido por bancales de 130 cm y caminos de 60 cm.

En una huerta pequeña la distancia a recorrer desde la entrada hasta el centro es corta pero, ¿y si quiero hacer una gran espiral?. La podremos hacer de cualquier tamaño pero, sobrepasada una longitud que cada uno decidirá como adecuada en su caso, será conveniente abrir un camino de acceso desde el punto de llegada a la espiral hasta el centro. Así accederemos únicamente a la zona que deseemos, sin tener que ir dando vueltas y más vueltas por la espiral. En nuestra pequeña huerta tenemos la ventaja de que cada vez que entramos en la espiral la recorremos en su totalidad y vamos viendo el estado de todos los cultivos.

Una vez decida la anchura del bancal, y del camino, es necesario que hagamos un pequeño recordatorio de las matemáticas que hemos estudiado en el cole.

TRAZANDO LA ESPIRAL
En el centro de nuestra huerta clavamos una estaca y, para trazar la espiral, debemos trazar en torno a ella un círculo,  tal como se ve en la foto anterior.

Para calcular el diámetro de ese círculo recurrimos a las matemáticas.

La longitud del círculo es   L=2πr

L representa la suma de la anchura del camino con la del bancal ya que, al desarrollar la espiral, en cada vuelta nos iremos alejando del centro una distancia equivalente a la suma de ambas medidas. En nuestro caso es de 190 cm (130 cm del bancal + 60 cm del camino).

El valor de π es 3,14.

Vayamos a la fórmula y sustituyamos los valores conocidos: 190 = 2 x 3,14 x r., es decir que r=190 / 6,28.

Si hacemos la división nos da que el radio, en nuestro caso, es de 30,25 cm.

Y ya está. Como tenemos la estaca central iremos clavando otras (las que se quieran, pero recomendamos un mínimo de 8) a la distancia calculada de 30,25 cm.

Ahora atamos una cuerda a la estaca de centro y la enrollamos por el exterior del círculo. Tener presente que se puede enrollar de derecha a izquierda, o al revés, y según la elección que hagamos cambiará la dirección de la espiral.

Ya estamos preparados para trazar la espiral. Para ello atamos en el extremo de la cuerda un palo y al ir desenrollando la marcaremos sobre la tierra. También, en lugar de un palo, se puede utilizar una bolsa con cal, arena, o harina, a la que haremos un pequeño agujero para ir dibujando la espiral sobre el terreno.

Otra cosa a tener en cuenta es por donde saco la cuerda del círculo para irla desenrollando pues, según la que seleccionemos, la entrada en la espiral cambiará de lugar. Antes de marcar nada es recomendable hacer alguna prueba para asegurarnos de que todo resulte correcto.

Otra opción sería hacerlo al revés, enrollando la cuerda, después de haberla extendido entre la estaca central y el punto de entrada a la espiral.

Aún no hemos terminado. Ahora deberemos trazar una segunda espiral. ¿por qué?. Pues porque la distancia entre cada vuelta de la espiral corresponde a la suma del ancho del bancal con el camino, y queremos separarlos.

Es muy sencillo. Trazamos una segunda espiral, igual que el primer caso, pero la estaca con la que vamos dibujando la ataremos 130 cm (el anco del bancal) más corta. Así dibujaremos una segunda espiral paralela a la primera y tendremos marcados el bancal y el camino.

26 agosto
Para configurar las espirales vamos colocando la tierra que sacamos del camino sobre el bancal; más o menos la mitad hacia cada lado. Así en bancal queda algo más alto que el camino.
Terminado el trabajo las chicas se han ido pero nos han dejado un extraordinario trabajo, realizado con mucho esmero y dedicación, y un gran recuerdo para Henry ...
¡GRACIAS CHICAS!
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